Elaine Aron, psicóloga e investigadora fue pionera en acuñar el término de la ALTA SENSIBILIDAD (Visita su web en este enlace). Su marido Arthur Aron, también psicólogo, y ella han dedicado su vida a realizar investigaciones sobre la pareja, el amor, las relaciones interpersonales la intimidad y la amistad. Ambos observaron una serie de características en común que presentaban algunas de las personas sujetas a sus investigaciones. Estas personas fueron precisamente las Personas Altamente Sensibles. A partir de 1990, E. Aron centra en ellas sus trabajos de estudio y escribe el primer libro sobre este rasgo de la personalidad, que vendió más de un millón de copias.
Esta autora describe 4 rasgos fundamentales para definir a las Personas con Alta Sensibilidad (PAS), que suponen entre el 15 y el 20% de la población. Son los siguientes:
1. PROFUNDO PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
Las personas con alta sensibilidad destacamos por profundizar mucho en la información, bien sea real o imaginaria, observarla desde muchas perspectivas diferentes, incluso llegando a la rumiación mental excesiva. Es decir, le damos vueltas a lo mismo una y otra vez, entrando en ocasiones en un bucle negativo del pensamiento. Esto provoca en general malestar y una especie de congelamiento frente a tomar acciones. Este es uno de los motivos por los que las PAS solemos padecer ansiedad, estrés y depresión. La autorreflexión es un aspecto muy positivo que poseen los hipersensibles, permitiendo conocerse más a sí mismos y al mundo que les rodea, pero si no aprenden a encauzarlo, puede derivar en enfermedades psicológicas graves. En mi caso, he entrado miles de veces en pensamientos obsesivos, siendo incapaz de bajar el volumen de mi mente…
2. SOBREESTIMULACIÓN
Las PAS notan muchos más estímulos del exterior gracias al desarrollo que presentan sus 5 sentidos. Por nuestro sistema nervioso pasan todas las señales posibles, por lo que nos abrumamos más fácilmente que otras personas. Esto se traduce muchas veces en no saber gestionar todo lo que vivimos y experimentamos, presentando un cansancio excesivo o llegando a sentirnos exhaustos. Por ejemplo, estar en una discoteca con la música a todo volumen o en un centro comercial pueden convertirse en auténticos retos para una PAS. Pero no hace falta irse a casos extremos. Como dice otro PAS que conozco de buena mano, con tener un entorno familiar disfuncional, ya es suficiente para estar agotado a nivel emocional. Por ello, necesitamos momentos amplios del día para descansar, estar tranquilos y disfrutar del silencio.
3. REACTIVIDAD EMOCIONAL INTENSA
Se ha demostrado que en el cerebro de un PAS el área de las neuronas espejo y aquellas relacionadas con las emociones son más reactivas y presentan mayor actividad. Estas características cerebrales permite que seamos más empáticos frente a las emociones de los demás, comprendiendo mucho mejor a la persona que tenemos delante. Por otro lado, las PAS vivimos situaciones de una manera mucho más intensa que otros individuos, tanto si hablamos de un evento positivo como de uno negativo.
Dependiendo de lo que hayas vivido en el pasado y de lo que te esté ocurriendo en el momento presente, la reacción puede ser mayor o menor, pero muchas veces se vuelve incontrolable, estallando de forma abrupta y pudiendo dejar a otros perplejos por dicha reacción. Encontrar el equilibrio en la respuesta emocional que sale de nosotros y no caer en un desbordamiento emocional (especialmente si estamos hablando de algo que nos perjudica) es otra de las cuestiones que un PAS necesita trabajar.
4. FACILIDAD PARA CAPTAR SUTILEZAS
Precisamente por la cantidad de información que nos llega a nivel cerebral y gracias a un sistema sensorial más fino y desarrollado, captamos un mayor número de matices y sutilezas. En consecuencia, poseemos una intuición fuerte y vemos “lo invisible” para otros, llegando a ser muy perspicaces. De esto deriva también la capacidad para leer las emociones de los demás, su lenguaje no verbal, etc. A veces, las PAS, pueden ser criticadas si comparten abiertamente algo que han descubierto y que otros no ven en ese momento, por lo que pueden sentirse apartadas o rechazadas. Los niños PAS están muy conectados y son capaces de distinguir rápidamente cuando alguien les conviene y cuando no, incluso cuando son muy pequeños.
¿Qué te han parecido los rasgos de la Alta Sensibilidad aquí descritos? ¿Te has sentido identificado/a? Si todavía no lo tienes claro, visita ¿Soy Altamente Sensible?, donde menciono otras características propias de las Personas Altamente Sensibles.
2 comentarios
Yo tengo todos los rasgos y de veras que fue un alivio cuando supe lo que tenía pues fui diagnosticada por psiquiatras como que estaba loca y que tenía que vivir el resto de mi vida esclava de pastillas. Gracias a Dios se hoy lo que tengo y aunque todavía me es difícil me acepte y deje de sentirme como un bicho raro.
Hola Marlis, la alta sensibilidad es parte de nuestra personalidad, pero en ningún caso una enfermedad. Muchos psiquiatras desconocen el término y desgraciadamente se mueven única y exclusivamente en torno a los fármacos y no la terapia u otro tipo de ayuda… Me alegro de que te sientas mejor 🙂 Un saludo y hasta pronto