No es fácil avanzar en la vida cuando todo tu ser responde a miles de estímulos cada día. A veces las cosas pueden ser muy bonitas y espectaculares, pero cuando algo no marcha bien o surgen contratiempos, puedes derrumbarte completamente si aún no administras tu mundo interno y esa cualidad que está en ti. Porque la sensibilidad… ¿es una cualidad o no? Depende de como se mire. Durante años me odié a mí misma por sentir la fragilidad que creía que me impedía ser normal, y hacer mi vida sin que todo me resultase complicado, difícil y duro.
La Sensibilidad, en términos generales, es una característica intrínseca al ser humano, que consiste en apreciar y percibir sensaciones, así como una capacidad para emocionarse frente a estímulos, sentimientos y valores. Todas las personas tenemos un nivel de sensibilidad “determinado”, desde uno muy bajo, a otro extremadamente alto. La Alta Sensibilidad es un término acuñado por Elaine Aron después de investigar durante su vida profesional, y que se refiere precisamente a personas que destacarían por un nivel mucho más alto de esta facultad que la media poblacional. Los estudios demuestran que “las P.A.S poseen mayor reactividad en las áreas del cerebro relacionadas con la conciencia, la emoción, el procesamiento de la información sensorial y la planificación de acciones”. Los 4 rasgos que definirían la Alta Sensibilidad, continuando con el trabajo de E. Aron son los siguientes:
Hay muchos más detalles que giran en torno a la hipersensibilidad. Para saber más, visita los 4 rasgos principales de la Alta Sensibilidad.
Es posible que si estás en esta página sea por malestar. Tal vez en tu entorno has escuchado en más de una ocasión que eres demasiado sensible o muy susceptible. Si tu pregunta es “¿se puede ser menos sensible?” o “¿cómo dejar de ser tan sensible?” (preguntas que en su momento yo también me hice), mi respuesta es; no, definitivamente no. No puedes dejar de ser sensible o reducir el grado de sensibilidad que habita en ti. Tu sistema nervioso está configurado de esta manera y por más que intentes luchar contra él, lo máximo que conseguirás es volverte contra ti mismo/a. Si empezases a anular tu sensibilidad, estarías fingiendo ser otra persona, te lo digo por experiencia. Pero sí se puede aprender a vivir siendo muy sensible. Hay que trabajar mucho y poner de tu parte para lograr llegar al equilibrio emocional. No encerrarás tu sensibilidad ni la machacarás. La convertirás en tu aliada y compañera de vida. Aprenderás a ver las cosas desde una nueva perspectiva. Si eres de los que sufren mucho, te aseguro que puedes vivir con mucha alegría y bienestar. Piensa en la sensibilidad como una herramienta con dos extremos. Si está muy afilada y la coges por el lado que no es, te cortarás y sangrarás. Pero si aprendes a usarla a tu favor, podrás hacer grandes cosas. Entonces, ¿estás listo/a para cambiar tu vida?
El trabajo interior es un compromiso que adquieres contigo mismo para tu bienestar emocional. Hasta ahora es el único medio que he encontrado para irme sintiendo mejor e ir logrando poco a poco equilibrarme con mi sensibilidad. Durante mucho tiempo he echado balones fuera creyendo que la sociedad era hostil y que los demás me hacían daño. Me victimizaba y autocastigaba pensando que era muy desgraciada por ser sensible y que no estaba hecha para este mundo. Así he ido arrastrándome hasta que me han llegado varios palos (y personas que me han abierto los ojos) y me han hecho ver que, efectivamente, nos pasan cosas a veces poco agradables y dolorosas (y te dolerá mucho más por ser PAS), pero que es mi absoluta responsabilidad lo que haga frente a esa situación y cómo la sobrelleve marcará la diferencia.
Esto es algo que se debería enseñar desde que somos niños, para otorgarnos el poder de ser los creadores de nuestra propia realidad y que florezca la semilla que hay en cada uno de nosotros. En la web comparto los aprendizajes que he ido adquiriendo y cómo mejorar nuestro camino vital al ser muy sensibles y emocionales. Todo desde mi propia experiencia. Me iré enfocando también en el mundo infantil y adolescente, puesto que son momentos trascendentales en la vida de una persona para lo que ocurrirá en el futuro.
«Si tu compasión no te incluye a ti mismo, es incompleta.»
